La Tomatina es una batalla gastronómica, que se celebra el último miércoles de agosto de cada año en el pueblo de Buñol, cerca de Valencia en España. Miles de personas viajan desde diferentes partes del mundo para lunchar en esta batalla de comida, donde más de cien tomates se tiran a las calles.
Usted debe tratar de no traer botellas o artículos duros, ya que pueden causar percances y lastimar a las diferentes personas. Trate de no rasgar las camisetas de los demás. Debes aplastar los tomates antes de tirarlos, ya que esto reduce el efecto. Asegúrese de seguir un buen camino protegido por los camiones. Cuando escuche el siguiente disparo, debe dejar de lanzar tomates.
Debe usar zapatos cerrados como tenis, con los cuales pueda estar seguro de tirar tomates. Si usa sandalias, puede lesionarse o perderlas en la pelea.
Usted podrá darse cuenta que las gafas son valiosas. Es más seguro si simplemente usa un pañuelo o toallitas para limpiarse los ojos. Lo recomendable es doblar su camiseta dentro de sus shorts para mantener la pieza base de su camiseta perfecta y seca.
Llegué a la Tomatina
Imagínate esto: estás en una tranquila ciudad española, despertando con un cielo azul, el aire es cálido, los pájaros cantan, estás bebiendo café en una cafetería, cuando – ¡BAM! Alguien te lanza en la cabeza un tomate.
Esta es básicamente la premisa detrás de La Tomatina, un festival loco donde se reúnen 100,000 personas para tirarse tomates durante el día, literalmente pintando la ciudad de rojo.
La Tomatina empieza en un pueblo llamado Buñol, a 40 km al oeste de Valencia, todos los años el último miércoles de agosto. Es una semana llena de fiestas de verano. Exactamente a las 10 de la mañana, todo comienza cuando la gente intenta trepar un poste engrasado para obtener un jamón esperando en la cima. Después de una hora, alguien derribará el jamón y entonces será momento de empezar.
Se dispara un tiro al aire y en la siguiente hora, la gente se vuelve loca, lanzándose tomates los unos a otros. La gente conduce camiones llenos de tomates para que las personas los tiren. En una hora, el centro del pueblo y toda la gente que allí se encuentra, estarán cubiertos de tomates. Se dispara otro tiro para señalar el final y se traen cañones de agua que derriban a todos y todo a su paso, dejando atrás a personas ligeramente manchadas y mojadas, y mucho zumo de tomate.
Entonces, ¿para qué sirve toda esta locura? Bueno, en realidad tiene una historia de fondo muy buena: tradicionalmente a las mujeres en Buñol no se les permitía participar en las festividades, entonces en 1945 algunas mujeres, cansadas del sexismo, vieron un carrito de verduras, tomaron un par de tomates, y empezaron lanzar los tomates a los hombres en señal de protesta.
Ese año ellas fueron sacadas por la policía, pero año tras año las mujeres volvieron a hacer lo mismo hasta que… bueno, ¡se convirtió en la Tomatina que hoy pueden disfrutar todos! ¡Todo lo que necesitas para participar en este divertido y extraño festival es estar en el lugar correcto en el momento correcto!